Querido Grupo,
Llevo 79 horas sin fumar, y la verdad es que lo voy llevando bastante bien. Sin embargo, mientras meditaba, sentí una revelación que me impulsó a compartir con ustedes algo que muchos ya saben y que para otros sigue siendo un pequeño secreto: mi técnica principal.
Estoy vapeando de manera paliativa. Aunque el 1° de mayo también compré líquidos con la mitad de la nicotina que venía consumiendo hasta el 30 de abril, dada la gravedad de mi tabaquismo extremo, llegamos a un acuerdo excepcional con el Programa. Este acuerdo estableció dos puntos clave:
1° Mi primer Día D
El día en que dejaría de fumar debía partir desde un consumo de hasta 20 cigarrillos diarios, cifra que había establecido con el consentimiento de los profesionales como objetivo para los meses de marzo y abril.
Cumplí este objetivo con holganza, fumando mucho menos de 20 diarios durante todo abril. Lo evidencio en el video ritual que compartí en mi blog, donde incineré la banda de cigarrillos que me sobraron al cabo del mes entero de abril, sumando todos los días entre 5 y 10 sobrantes.
Gracias a esta técnica personalísima —como la llaman los abogados—, no tuve que reducir mi consumo de golpe a 10 o menos diarios ni pasar por la incomodidad de comprar cigarrillos sueltos. El 1° de mayo corté por lo sano, pasando de 14 o 15 cigarrillos por día a 0.
2° Mi segundo Día D
Junto con Valentina, concluimos que, siguiendo la ciencia médica que guía el Programa Appagá, el vapeo no es una opción viable. Aunque algunos médicos puedan opinar a favor, para el Programa, vapear está mal.
Por lo tanto, consentimos que, en el futuro, tendré un segundo y definitivo Día D, en el cual dejaré totalmente de vapear. Amén.
3° Objetivos como "Autocoach"
Este último punto es clave para mí, aunque no lo haya discutido con los profesionales del Programa. Mis objetivos como autocoach son los siguientes:
Eliminar el tabaco como primera e imperiosa necesidad.
Reducir la nicotina en los líquidos de vapeo de 6 mg (una cantidad alta en esta subcultura) a 3 mg (lo normal). Este objetivo también lo logré el 1° de mayo.
Desde junio, comprar líquidos sin nicotina y continuar con el vapeo a modo de CHUPETE, para calmar la llamada ansiedad oral (algo similar a comer caramelos).
Cuando mi organismo y mi mente registren que el chupete ya no es necesario, propondré mi segundo y definitivo Día D, dejando no solo la nicotina en dos instancias previas, sino también los líquidos golosineros o postres, como los llaman en esta subcultura.
Y así, chau pichu, seguiré combatiendo otros desafíos con este inmenso logro en mi haber.
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