Hoy tal cual me vine preparando desde hacía mucho, por medio del Programa Appagá de la Provincia de Córdoba y conforme lo vaticinado; llegó el tremendo día D, en que anoche cuando me fui a dormir a las 3:00 am del 1° de mayo fumé mi último cigarrillo. Consumí esta sustancia desde mis 14 años hasta estos 55 que tengo ahora. En los últimos años fume en grandes cantidades, llegando a casi 60 puchos diarios, o tal vez más, y realmente teniendo deseos de ayudarle a la muerte de que por medio de este vicio me llevara temprano, dado que estaba sumamente cansado de esta vida tan intensa que he tenido. (Nota al margen del día 03/05/2025 a la 1:10 hs.) ¡Me he aguantado ya 46 horas y 10 minutos sin fumar y además de todo lo que me cuido, preservo, le pongo voluntad y aplico las técnicas aprendidas en el Programa, también está ocurriendo un hermoso milagro que me ayuda muchísimo a no tener tantísimo drama con la abstinencia y bajo ningún punto de vista estoy sufriendo el síndrome relacionado a esto!
Ocurrieron muchas cosas fuertes, tanto en mi familia, como en el Programa para que volviera a abrazar la vida con mucho amor y pasión, y pasara a tener un nuevo Propósito Espiritual para cuando llegase a ser un No Fumador:
Conocer mi mente y mis alumbramientos místicos en un estado de consciencia desintoxicada del tabaco.
En esto creía cuando valoraba, no solo la vida de aislamiento y el desierto personal que se vivencia en los Retiros Profundos, sino en lo de morir en nuestra ley, de donde estaba mentalizado y preparado para que la mía, fuera sucumbir como fumador empedernido, incluso, por medio de una comorbilidad, si así me lo mandaba Dios. De esta postura no me sacaba nadie, excepto, claro está, mi Musa de Disciplinas, Analía y la otra de "mis amores", mi hija Isabella, ambas el tesoro más precioso de toda mi larga historia.
07 de mayo de 2025. En las vísperas del cumpleaños 49 de mi mujer Analía y el día de la Patrona de Argentina, la Virgen de Luján mañana 8, ya llevo 7 días sin fumar ni un solo cigarrillo, ya he estado adelante de un fumador que se encendió un cigarro delante de mí, ya se me esta pasando lo que mis compañeros de la terapia grupal del Programa Appagá que lograron su meta, han dicho con palabras textuales que los primeros tiempos de la abstinencia tabaquica eran literalmente Horrorosos y ya me siento un No Fumador con todas las letras, de donde haré como lo hice hace muchos años atras con la marihuana, ¡ya nunca más recaeré!
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