Analía:
Voy por el camino del minimalismo, apostando a depurar mi lenguaje, a hacerlo más esencial. Quiero integrarlo en mi vida hasta mis 56, como una disciplina más de todas las que me inspiras.
Te amo muchísimo. Mi ser te eligió hace años como mi amor predilecto. Sos mi elegida. Tarde o temprano, deseo casarme con vos. No sé aún si será con una sociedad conyugal tradicional o un pacto prematrimonial, pensado para parejas LAT, como siempre fuimos.
Te necesita todo mi ser. No solo mi cuerpo, alma y mente, sino también mi cuerpo emocional, afectivo, profesional, social y sentimental, por sobre todos los demás.
Desde el último 28 de abril, mi decisión es firme: No quiero postergar más. No quiero seguir sacrificando mi misión y mi propósito en pos de algo que no me representa. No quiero que mi entrega total a mujeres fuertes sea el eje de mi vida.
Ahora veo claro. Vos y yo podemos seguir siendo auténticamente novios. No esposos fácticos. No chongos -siempre odié esa palabra-
El noviazgo es amor, contención, compañía. No una estructura de responsabilidades familiares aún no fundadas. Ese es el lugar del matrimonio, de la procreación, del vínculo de padrastro, que no tengo.
En consecuencia, sigo adelante. Voy a buscarte, acompañarte, viajar para vos. Voy a estar en tu Programa, en tu operación, en nuestros paseos. Voy a hacerte pequeñas grandes invitaciones, llenas de amor puro y depurado. Mis regalos serán cuando los sienta, cuando mi corazón decida. Sin fechas, sin convencionalismos.
Te ama, Leita
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