El último enojo me llevó a tomar decisiones tajantes, pero hay cosas que permanecen intactas en mi corazón. Reafirmo con énfasis que, más allá de todo, seguiré apoyando el bienestar de Isabella, cubriendo como siempre sus sesiones con el psicólogo cada jueves.
Hemos hablado largo y tendido en estas últimas horas, reflexionando sobre los cambios que se avecinan. No volveré a tu casa en Villa María, pero cada vez que necesites venir por tu Programa, te seguiré recibiendo con los brazos abiertos.
No quiero que nuestras reuniones en Córdoba sean un reflejo de la austeridad, ni que sean momentos desprovistos de esa chispa que nos une. Por eso, quiero seguir compartiendo contigo cenas y recreaciones que nos permitan disfrutar de esta ciudad y de nosotros mismos. Para ello, he decidido destinar un monto de alrededor de $52.000, ajustable cada vez que mi sueldo se actualice, para que nuestras visitas no se sientan como un recorte, sino como pequeños destellos de lo que todavía podemos compartir.
Además, quiero que Isabella sienta que, más allá de todo, sigue contando con mi apoyo. Por eso, además de las sesiones con el psicólogo, seguiré haciendo mis aportes de capital de alrededor de $10.000 semanales que se los voy transfiriendo de mis ganancias por mis trabajos rentados y para colaborar con sus gastos personales, asegurando que tenga lo que necesita sin preocupaciones.
Por supuesto, también quiero que tengas la tranquilidad de contar con todos los servicios propios de mi capital humano, que siguen estando, como siempre, a tu total disposición.
Con cariño, Tu Leita 💌✨
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