Querido Amigo:
Estoy meditando en un pensamiento mío propio para que por las dudas nunca más tengas el deseo de compararte conmigo respecto de lo que es mi propio camino y mi propio vicio. La frase dice así:
Soy un hombre que en sus 54 años parece que hubiere vivido milenios, me hallo muy cansado de vivir y pelearla siempre, pues por ello es que abrace mi tremendo vicio del tabaquismo grave, como mi mejor amigo, pues de verdad si alguna comorbilidad tabaquera me lleva a la muerte (y de cualquier forma que la misma se me presente aun el martirio mismo de una larga agonía dolorosa y física), pues le agradeceré inmensamente al cielo que me haga terminar de vivenciar la parte del calvario continuo que ha sido mi vida desde los 27 en que se me desencadenó mi bipolaridad gravísima, sin embargo le he apostado fuertísimo a Dios, ofreciéndole solo mi impecabilidad en todo, para que desde la otra perspectiva de mi ser, ese eterno enamorado de la vida y luchador nato que jamás claudica ni se da por vencido, también le ruego al Creador y con idéntica fuerza y convicción con la que pido mi muerte temprana, que me haya creado con un cuerpo fuertísimo y como para que asi rustico y rudo total como soy me haga llegar como esos viejos centenarios del orto que fumando como condenados y auténticos vampiros superan holgados sus 90 y hasta se suelen encaminar a los 100 o más. Re contra amen, carajo
Agregado del día 5 de febrero de 2.025:
Este fin de semana estuve en la casa de mi familia y el domingo a la noche ocurrió algo muy feo:
No tengo palabras suficientes para describirlo, pero la cosa fue más o menos así:
Durante todo el día, estando con mi mujer en la pileta de la casa, me tomé mas o menos 6 termos de 1 litro de mates, mientras tanto fumaba y fumaba. A la noche, ya entrada la madrugada, salimos a comprar unas "cosillas" (alfajores y gaseosa), luego mi mujer dijo en el auto: les pregunto a ambos y espero que no se ofendan: ¿Alguna vez me preguntaron qué quería yo? Me las he pasado con mi hija y luego con vos Leandro, y nadie pregunto qué me hubiera gustado hacer a mí.
Estas palabras me cayeron mal (y no sé bien por qué) pero cuando llegamos a la casa empezamos una feísima discusión que duró hasta las 6:00 am. La discusión versaba sobre que, si mi mujer quería satisfacer sus propios deseos, yo le decía que se tenía que "conquistar una vida", también le dije que como abogado me había comprobado en la vida que la justicia humana no es tal, pues, aunque es un derecho humano de todos, la Libertad, a esta hay que forcejearla para lograr ganársela en la vida, dado que venimos con una larga trayectoria en materia de esclavitud y nadie te la regala a la libertad. Mi hijastra me decía: Es horrible lo que estas proponiendo Lean, la cosa la entendí muy bien y me di cuenta de entrada que somos unos demandantes con la mami, pero vos te has puesto a defender una razón que de razón no tiene nada y de justicia familiar menos. El ánimo se me exasperó y empecé a levantar considerablemente el tono de mi voz. También le decía a mi hijastra que mi límite de tolerancia ya estaba totalmente saturado que estaba padeciendo intolerancia manifiesta hacia mi mujer, su mamá.
Como lo dije al principio del agregado, no tengo palabras suficientes para describirlo todo, al "episodio" pero la remate cuando "alumbre" que estaba igualito de "duro", de "pasado" que un cocainómano. Me había olvidado de tomar mis pastillas psiquiátricas. Al final me las tomé a la madrugada. Mi mujer se fue a esa hora a la cama y una vez más, entre tantas otras veces a lo largo de nuestros 7 años de historia, la empezó a matar un dolor tremendo de cabeza, le ha durado dos días, al siguiente debió cancelar los turnos dados a sus pacientes y no pudo ir a trabajar. El pensamiento de arriba es de lo más egoísta que he escrito en mi vida, puesto que puede practicarlo un auténtico ermitaño que se quiera ir al muere y que no perjudica a nadie si no se muere y va llegando a la longevidad con tremendos vicios del tabaquismo, el mateismo y el cafeismo, todo a rolete y de manera tan excesiva. Estoy fumando, mínimo 40 cigarrillos diarios. Esa madrugada estaba evidentemente violento "y de género" (psicológico y emocional) desde lo emocional, las invalidaba en la expresión auténtica de sus propios sentimientos, emociones y pensamientos o ideologías. Las ninguneaba como se suelde decir también por ahí.
A mi mujer no le toleraba sus formas de ser, sabiendo a ciencia cierta que como casi todo el mundo, tiene sus momentos buenos y también sus malos pero ¿Tiene culpa o la responsabilidad un ser humano de sus momentos malos y de sus propios padecimientos? ¡No!
Se ha defendido incontables veces ante mis comentarios a su persona de que sería una:
Quejosa
Crítica
Negativa
Ahora, evidentemente esta mujer tan amada por mí, está haciendo Alta Magia conmigo y de tipo Alquimia, puesto que cuando me subí a ese omnibus de regreso a Córdoba, al haberme tomado el Lapenax totalmente a deshora, regresé a mi casa con un estado mental y físico igualito al de las peores resacas habidas y por haber: Muy dopado, muy dormido, (me debió despertar el chofer cuando llegamos a la terminal de Córdoba y luego de no haber despegado un ojo en las 3 horas de viaje), continué totalmente dopado y dormido durante el bus urbano. No se cómo me pude despertar cuando llegue a la parada y luego continué durmiendo en mi casa, le cerré la puerta de mi cuarto a mi empleada, escribiéndole un mensaje que casi no podía coordinar, diciéndole que limpiara el resto de la casa y que me dejara dormir porque estaba mal. (Estaba durmiendo la mona).
El día martes en que por fin volví a vivir "normal" dije basta:
Esta sagrada alquimia de mi mujer me llevó a tomar "la decisión de mi vida". Estuve meditando profundamente y descubría que luego de haber usado esta frase hasta el cansancio: ahora estoy con mi mente al natural. Me daba cuenta de que la misma ha sido una eterna falacia. No conozco, lisa y llanamente mi mente al natural, pues desde mis 12 años la intoxiqué con mate y desde mis 14 con tabaco y nunca más volvió a estar desintoxicada, lo que sería propiamente una mente al natural, entonces la decisión de mi vida ha sido esta y ruego a mi amada Merced de la que les linkeo su devoción y promoción en el posteo final..., la decisión es esta:
Me inscribí en el programa para dejar de fumar del Gobierno de la Provincia de Córdoba llamado Appagá, ya tengo turno para la entrevista de admisión este 14 de febrero a las 12:15 hs. Es un programa diagramado en tres formas: presencial, a distancia o por medio de la realidad virtual. Veremos qué modalidad me diseñan a mí.
Está orientado como todos estos tratamientos con terapias individuales psicológicas, eventualmente farmacoterapia, terapias de grupos y psicoeducación familiar.
Quiero cambiar, quiero dejar mi violencia, mi narcisismo, quiero retener mi familia a mi lado y por una vida larga. Protegerla como un buen pater familis.
Todo el amor que me producen vale oro 24 kilates y este hombre vuestro, debe ser un buen merecedor de todo ese oro, siendo al menos, oro 14 kilates, u oro bajo, pero debo ser de una vez por todas, oro al fin.
Amén.
PROMOVIENDO DE UNA VEZ POR TODAS LA DEVOCIÓN A LA MADRE DE LA MERCED
El post "Amando las dos vidas y la muerte" es una reflexión profunda y personal sobre la vida, la lucha constante y la aceptación de la muerte. El autor comparte su experiencia de vivir con una condición de salud desafiante y cómo ha encontrado consuelo en su vicio del tabaquismo, a pesar de sus riesgos. A través de esta meditación, el autor expresa su dualidad: por un lado, un deseo de terminar con el sufrimiento, y por otro, una esperanza de vivir una vida larga y plena, similar a aquellos que, a pesar de sus hábitos poco saludables, alcanzan edades avanzadas.
ResponderBorrarEl mensaje central del post parece ser una aceptación de la vida en todas sus facetas, incluyendo sus luchas y sus placeres, y una entrega a la voluntad divina, confiando en que el destino final será el adecuado. Es una reflexión honesta y cruda sobre la existencia humana, la resiliencia y la búsqueda de paz interior.
Comentario total y definitivo
ResponderBorrarEl post "Amando las dos vidas y la muerte" es una reflexión profunda y personal sobre la vida, la lucha constante y la aceptación de la muerte. El autor comparte su experiencia de vivir con una condición de salud desafiante y cómo ha encontrado consuelo en su vicio del tabaquismo, a pesar de sus riesgos.
A través de esta meditación, el autor expresa su dualidad: por un lado, un deseo de terminar con el sufrimiento, y por otro, una esperanza de vivir una vida larga y plena, similar a aquellos que, a pesar de sus hábitos poco saludables, alcanzan edades avanzadas. El mensaje central del post parece ser una aceptación de la vida en todas sus facetas, incluyendo sus luchas y sus placeres, y una entrega a la voluntad divina, confiando en que el destino final será el adecuado.
El agregado del 5 de febrero introduce un evento familiar que desencadena una serie de revelaciones personales. La discusión con su mujer y su hijastra destaca la importancia de considerar los deseos y necesidades de los demás en una relación. El autor reconoce su comportamiento egoísta y su violencia psicológica, y decide tomar medidas para cambiar, incluyendo inscribirse en un programa para dejar de fumar.
Esta experiencia refleja la lucha interna del autor entre sus deseos y su realidad, y su determinación de mejorar su vida y relaciones. Es una reflexión honesta y cruda sobre la existencia humana, la resiliencia y la búsqueda de paz interior. La decisión de cambiar y buscar ayuda muestra un compromiso con el crecimiento personal y el bienestar de su familia.
En resumen, el post es una meditación sobre la dualidad de la vida, la lucha interna y la búsqueda de un equilibrio entre los deseos personales y las responsabilidades hacia los demás. La honestidad y la vulnerabilidad del autor hacen que esta reflexión sea profundamente conmovedora y universalmente relevante.